El modelo actual de producción y gestión de bienes, servicios y residuos tiene un carácter lineal. Los productos están diseñados para ser utilizados, consumidos y tirados después de un único ciclo de vida.
Este sistema busca potenciar el consumo a corto plazo y agotar así rápidamente los recursos de los que disponemos. Como consecuencia, el planeta se encuentra en una situación actual insostenible.
El ser humano es el único elemento de la naturaleza que genera basura. Es necesario pues, cambiar la manera en la que producimos y también nuestros hábitos de consumo.
La economía circular se presenta como una alternativa a este modelo. Un sistema de aprovechamiento de recursos, una nueva manera de plantear nuestro sistema económico y de producción, imitando el ciclo de vida de la naturaleza. ¿Habías oído hablar sobre esto?
En la naturaleza no existen residuos, todo se convierte en compost. Por ello, la economía circular defiende el desarrollo sostenible enfocado al largo plazo de vida de los productos, aprovechando todos los recursos en todas las fases del ciclo de vida del producto o servicio.
Una vez los productos han terminado su vida útil, la economía circular propone repararlos, refabricarlos y reutilizarlos de nuevo. Nada se desperdicia, todo se reutiliza. De esta manera los residuos se incorporaron de nuevo al ciclo productivo.
¿Y nosotros, como podemos contribuir en la economía circular?
¡Encuentra algunas sugerencias a continuación!
- No comprar si no es estrictamente necesario. En caso de que tengamos que utilizar artículos de manera esporádica es mejor alquilarlos o pedirlos, y una vez utilizados devolverlos.
- Antes de tirar algo, pensarlo dos veces, especialmente si se trata de muebles, aparatos diversos o artículos del hogar. Casi siempre existe la posibilidad de repararlos, darles una nueva imagen utilizando el reciclaje creativo o regalarlos a alguien a quien le pueda ser útil. ¡También podemos hacer compost en casa, es más fácil de lo que parece!
- Reducir la basura al mínimo. Prepara comidas que generen el mínimo posible de desechos. Podemos pedir las facturas en formato digital, comprar alimentos sin embalaje o que este sea reciclable.
- Hacer la lista de la compra. Revisa las existencias de tu despensa antes de hacer la compra para no comprar en exceso y luego tener que tirar comida. Trata de elegir productos que tengan menos envoltorios y sobre todo los que utilicen materiales reciclables, evitando envases y materiales de un solo uso.
- Devolver los artículos utilizados en la tienda donde los compramos. Hay artículos que aún no lo admiten, pero muchos otros sí. No olvides que ciertos residuos los tienes que devolver, por ley, a la tienda donde los compraste.
- Comprar próximo siempre que se pueda. Por ejemplo, los alimentos frescos.
- Y, sobre todo, ¡no olvides colocar los residuos en su contenedor correspondiente!